Mario Salazar

Porlamar *04.02.1901 +26.06.1986

Periodista. Escritor.

Era hijo de Mamerto Salazar y Gregoria González de Salazar. Casó en Caracas, en la Parroquia Altagracia, el 7 de diciembre de 1949, con Sara María Labarca, nativa de Maracaibo. El escritor J. A. Aropeza Ciliberto, en breves y certeros rasgos, plasma el retrato de Mario Salazar: "un hombre de mediana estatura, de delgadez extraordinaria y de cetrino rostro enjuto que era toda una viva estampa guaiquerí".

Ejerció el periodismo tanto en su pueblo nativo como en la capital de la República, donde fue colaborador de los principales diarios y revistas. En Porlamar fundó y dirigió el vocero "Fiat Lux", de índole literaria, cuyo pri­mer número circuló el 5 de mayo de 1925. Fue también co-Director de "El Marino", Porlamar, 1933. Escritor de hermoso estilo. Publicó cuentos y estampas de ambiente marino en el semanario "Fantoches", de Caracas, en la Revista Nacional de Cultura y en las revistas "Margarita" y "Bonanza". 

Cultivó también el ensayo y es autor de las obras: 
"La Margarita de Ahora",
"El Héroe de Matasiete", 
"Isla, Sol y Leyenda". 
Dejó inédita una "Antología de Poetas Margariteños".

FUENTES: Vásquez y Vásquez, P.C.: "Noticias sobre Personajes Margariteños", Vol. IV. Caracas, 1991.

Nos dice Felipe Natera sobre Mario: (Margariteñerias Nro 199)

Mario Salazar, escritor atinado; de prosa refrescante, de cuidadoso estilo. Un valor intelectual de Nueva Esparta. Su libro ISLA, SOL Y LEYENDA es un canto emocionado a su Margarita, la que siempre llevó en su corazón para honrarla y admirarla. Su pluma vigorosa, hecha luz para ver la claridad de su Isla hermosa y su ferviente deseo de prosperidad.

Mario Salazar se fue por el camino de silencios, -pero su voz quedó en el viento para el recuerdo y lo eterno.

No sabemos si Mario Salazar, el escritor margariteño, alguna vez escribió versos, pensamos si dejó correr su pluma en artículos o libros allí está presente el poema. Una prosa limpia dentro de un estilo que cautiva por su belleza extraordinaria.

Su libro “Isla, Sol y Leyenda” es precisamente eso, una descripción armoniosa de la Isla, de su glorioso pasado, presente y futuro promisor. “De la emoción del paisaje surge la evocación de la historia”, así se expresa el distinguido autor; y crea frases para la lectura amena y estamos frente a un escritor que llenó su cometido felizmente.

Pero Mario se quedó en ese volumen que “es un sueño de brisas y de luz, escuchando perenne canción de marejada”. No sabemos por qué se quedó trunco ese constante quehacer intelectual, como si hubo algo que lo atormentara para no proseguir en esa labor divulgativa tan grata y de alcance.

Se conocen otros trabajos dados anteriormente donde Salazar puso cariño: “La Margarita de Ahora” para referirse a la obra de Gobierno del fraterno Heraclio Narváez Alfonzo frente a la Gobernación del Estado Nueva Esparta; lo hizo sin ese compromiso que nace de un beneficio o cargo público, sino como sincera opinión sobre una gestión administrativa. “El Héroe de Matasiete”, poesía en prosa para exaltar las virtudes del General Francisco Esteban Gómez, hijo Ilustre de la Villa de Santa Ana del Norte de la Margarita Heroica.

Muchos artículos sobre diversos tópicos publicados en las revistas “Fiat-Lux”, “Marino” y “Margariteñerías” y diarios de la capital de la República. Siempre proyectados hacia Nueva Esparta en el clamor de que fueran remediados los problemas de su Estado y con el deseo de verlo en progreso ascendente.

Mario Salazar nació en Porlamar el 4 de febrero de 1903, marino de sentimientos, pescador de inquietudes, consustanciado con esa emoción que da el mar. Nos dio trabajos magníficos, luego se ahogó la palabra, el escritor se quedó en su propio silencio a pesar del recado del querido poeta Jesús Rosas Marcano (Cirio) cuando le pedía: “Todo eso has dicho y muchas cosas más en clara prosa documentada, en limpia construcción abundantemente informada: en ese mano­jo de densas e iluminadas páginas. En esa impresionante exposición de acua­relas, aguamarinas, carboncillos y esplendores insulares. Di Mario, Di…”

MARIO SALAZAR   - EL ESTILISTA 
Por Pedro Celestino Vásquez y Vásquez 

Ha muerto Mario Salazar, el gran cantor de su tierra nativa, el estilista de la prosa diserta y elevada, el hombre que se apretó de ensueños para darles en palabras fluidas y en acciones nobles a su pueblo, que lo exaltó para que su gente no fuera humillada con burlas grotescas fuera de su tierra, y para que de fuera vinieran a las islas neoespartanas a contemplar sus bellezas naturales, admirar sus valores artísticos e históricos, y a recibir el trato hospitalario e hidalgo de sus habitantes.

Varón ilustre, de recia estirpe de hombres de letras, que fallece a la avanzada edad de 85 años, y no obstante su ida es sentida con profunda pena. Había nacido en Porlamar el 4 de Febrero de 1901 y en Caracas dejó de latir su corazón el 26 de Junio de 1986. Para hablar de él he de comenzar por su obra "Isla, Sol y Leyenda". Ella fijó su forma de escritor y señaló la medida de la excelsitud de su amor a la región natal. Palmaria evidencia de· la pasión que lo consumía, como fuego sagrado, para dar a conocer, con el decir más puro y armonioso de nuestro idioma, lo que es de grande y bello y lo que significa nacionalmente su Isla.

Cuando publica su citado libro, el hecho lo registra el Diario El Universal de Caracas, el día 13 de Diciembre de 1966. Allí se dice: "Para festejar la aparición del libro y celebrar el bautizo, el autor en compañía de su esposa doña Sarita Labarca de Salazar, ofreció una copa de champaña en su residencia capitalina, invitando a un grupo de familiares y amistades y personas vinculadas a nuestros círculos intelectuales y artísticos. En un ambiente de cordialidad transcurrió la grata reunión y al derramarse la clásica champaña sobre el libro – que estuvo apadrinado por el escritor Pedro Celestino Vásquez y Vásquez y la esposa del autor, se formularon votos por el éxito literario del mismo, recibiendo el  Salazar aplausos y felicitaciones". 
En la misma edición de ese importante Diario, en su leída columna  Meridiano Cultural, el gran escritor y poeta Pascual Venegas Filardo, escribió con la fineza que lo caracteriza: "Uno de los más hermosos regionalismos que registra Venezuela, es el de los Margariteños. Es un regionalismo sin extravagancia, que se resume, simplemente, en una honda y permanente admiración hacia su Isla luminosa, vale decir, hacia uno de los más atractivos parajes de la extensión venezolana. Nos sugieren estas consideraciones, las páginas llenas de emotividad que hallamos en el libro Isla, Sol y Leyenda, que con el pie de la Editorial Arte, acaba de publicar Mario Salazar.
Efectivamente, Margarita, es algo de eso que se resume en el título: Sol y Leyenda. Nos dice en sus palabras liminares Mario Salazar que en este libro, no se ha pretendido escribir ni una historia ni una geografía de la Isla de Margarita. Pero es que justamente esas son la historia y la geografía más amenas, los escritos al calor de la emoción, y eso, es lo que ha plasmado en estos capítulos el escritor, quien sabe honrar a su tierra de origen con un libro que describe la Isla y las aguas y las otras islas que la rodean. 
El 27 del mismo mes y año, comentaba ya en la cuarta página del diario capitalino El Nacional: Para volcar el alma del paisaje en las páginas del libro y transformar la aridez del relato histórico en amena prosa, se requiere la percepción avasallante del poeta y la vocación irrefragable del escritor preocupado por el estilo y la belleza de las formas. Esto nos lo sugiere el Libro de Mario Salazar,"Isla, Sol y Leyenda". Su  prosa cobra altura con matices y tonalidades que emocionan. Y el lector se deja conducir por la luminosidad y frescor que, sin desmayo, brotan del volumen. Cuando se suspende la lectura, queda como el sabor de algo que quisiéramos que no terminara. Así de bella y seductora es esta obra de Mario Salazar. 
Desde su mocedad, comenzó a escribir para el público. Durante su preparación, fue Maestro de Escuela Primaria. En esta ímproba actividad, estuvo, en distintas etapas, en la Isla de Coche, Chacopata y en la Península de Araya, áreas donde se requerían espíritu de sacrificio y consagración plena al cometido. De ese crisol surgió cual diamantina goma, su estructura intelectual y humana. Sus primicias literarias fueron publicadas por el periódico porlamarense Hacia la Cumbre (1922-1924), y desaparecido, por motivos políticos, este popular vocero, Mario Salazar fundó y dirigió, en la misma Ciudad la Revista Fiat Lux que era cual pequeña y solitaria antorcha en la extensa negrura de la apatía que entonces reinaba allí por las labores de la comunicación social. Quien escribe fue uno de sus noveles colaboradores. 
Después, corno una tenue ola al viento, vino a hacerle compañía a Fíat Lux, el pequeño Alba periódico que nació de la audacia de un grupo juvenil y cúpome la pesada distinción de dirigirlo. Mario siempre estuvo presente en las grandes acciones de progreso para el lar nativo. De ahí que fuera colaborador de clubes deportivos, asociaciones culturales, sociales y benéficas. De muchos de ellos fue miembro de su directiva. Destacada puede decirse, que fue su actuación como Presidente del Centro Nueva Esparta, importante agrupación de Porlamar, que tan positivamente contribuyera, en años difíciles, a su desenvolvimiento socio- cultural. Pero lo que más cautivó sus sentimientos fue el cultivo de las letras.
Estudioso y exigente consigo en la búsqueda de perfectibilidad literaria, leyó los mejores y más renombrados autores de la Literatura Universal. He de destacar, corno él mismo lo hizo en ocasión memorable, que está recogida en páginas de mis libros, su manifestación de que el lazo fraternal que nos unió más firmemente fue nuestra común afición al periodismo y la literatura. Leamos estas frases suyas: "Los dos hicimos periodismo cuando él asumió la dirección del periódico Heraldo de Margarita, de La Asunción (1931-1933). Entonces, fue que afloró su calidad humana, su integridad de principios, la generosidad de sus sentimientos, la claridad de su espíritu. Eso que él se empeña en ofrecer como culto a la amistad. Y la amistad de los años se fue estrechando hasta fundirse en un vínculo que nos lleva amarrados por toda la existencia". 
Ciertamente, mantuvimos una gran comunicación. Cruzábamos ideas, estudiábamos situaciones y debatíamos acerca  de las nuevas corrientes de pensamientos que venían cobrando adeptos. Y juntamente concurríamos a dar, sin pensar en retribución alguna, nuestra contribución intelectual para toda obra de bien y de engrandecimiento colectivo, especialmente para la tierra de nuestro nacimiento. Y así unidos estuvimos en la lucha por las más sentidas reivindicaciones de la Isla de Margarita, contándose entre estas, que se le dotara de agua y se implantara en ella el régimen de Zona Franca a Puerto Libre.
Resalto, igualmente, que cuando aquel otro gran margariteño, emprendedor y visionario, Jesús Salvador Ernández, quiso compactar las voluntades de los periodistas insulares para hacer realidad la Seccional de la AVP en el Estado Nueva Esparta, coadyuvamos con él, Mario y yo, para lograr -corno así sucediera- esa ansiada meta; y fuimos, entonces, no solamente miembros de dicha Secciona!, sino de los primeros en afiliarnos al Instituto Social del Periodista. Son numerosos los testimonios escritos que existen en este sentido. Su labor literaria es selecta y fecunda. Escribió en casi todos los periódicos y revistas neoespartanos, y lo mismo puede afirmarse en lo que respecta a lo mejor de la prensa caraqueña.
Entre sus obras se destacan:
- El Héroe de Matasiete, que obtuvo el primer premio de un Concurso creado por el Ejecutivo del Estado Nueva Esparta;
- Isla, Sol y Leyenda de la que dijo a su autor, el escritor Antonio García Delepiani en escrito de fecha 26 de Marzo de 1967, publicado en el periódico Crónica de Caracas: Puede decirse que su libro realiza esta breve sentencia: "Escribió con acierto aquel que supo concertar con lo útil, lo agradable".  Consuela pensar que: quien como él amó y cantó a su tierra nativa, ha conquistado el derecho de que en ella perdure su memoria y reciba los tributos del más sentido  reconocimiento.