Jesús Marcano Villanueva

La Asunción, *08.11.1892 +11.01.1943

Poeta y Periodista.

Era hijo de Ignacio Marcano y Anita Villanueva. Casó con Honorina García Silva y tuvo descendientes. Hizo estudios primarios en La Asunción, donde se desempeñó como Maestro de la Escuela Federal Graduada “Francisco Esteban Gómez”. Ejerció otros cargos en la Administración Pública Regional. En 1926 fue Director de la Imprenta del Estado y del semanario “Heraldo de Margarita”. 

En la capital de la República fue columnista de los diarios “El Universal” y “La Esfera”. Firmó sus artículos con los seudónimos José Ortega, Juan Ramos y Andrés Pérez. Fue poeta laureado en varios certámenes. Flor Natural y Rosa de Oro en los Juegos Florales de Cumaná, con motivo del Centenario de la Batalla de Ayacucho. Premiado en Barcelona, en el centenario de la Batalla de la Casa Fuerte. Premio en el concurso del Estado Nueva Esparta en el Centenario de la Batalla de Matasiete. 

Parte de su obra poética la recogió en el libro “El Corazón que sabe amar”, publicado en Puerto Rico, en 1924, donde fue Cónsul de Venezuela. Su poema “El Milagro de la Perla”, es por demás conocido. 

El es­critor y poeta Don Heraclio Narváez Alfonso, en su obra “El Paraíso del Caribe”, dice de Marcano: “es un bardo exquisito que en sus estrofas canta el dolor y las esperanzas del insular sufrido. El Milagro de la Perla donde cuenta la historia del recio pescador que en la hora de la angustia invoca a la Virgen del Valle y luego le ofrece la primera gema que extrae del fondo del mar, aún aviva la emoción cuando en nuestra juventud leyéramos el poema, poema por vez primera, en el “Heraldo de Margarita”, bajo el rubro de “Romances a la Orilla del Mar”. Pluma ágil para la polémica, Marcano Villanueva se destaca en la prensa caraqueña”.
DICCIONARIO MARGARITEÑO, Rosauro Rosa Acosta

“Jesús Marcano Villanueva pertenece al número de los poetas que saben hacer con elementos usuales, cultivadores juegos de encantamiento. Su poesía reviste una sencillez estricta, sobriedad que no empuja a detenerse) ante graves presunciones con riesgo de sufrir vértigos ideológicos. Es la canción espontánea, feliz, captable a los que aman y sueñan”.

Editorial de la Página Poética del diario “La Esfera”, de Caracas, del que fue columnista (junio 1936)
“Más sentimental que retórico, aunque también la musa de hoy no deja de ensayar en sus versos tímidas estridencias junto a la mesura de la cítara clásica, deja Marcano Villanueva en el leyente un rastro de la emoción que en todos vive, y que será perenne y primaria en el alma del hombre. Una emoción de agrado, de ternura, de discreta pulcritud estética”. 
Poesía Margariteña, Efraín Subero