Francisco Esteban Gómez


Santa Ana del Norte   *26.12.1783  +


Por Felipe Natera en Margaríteñerías #137    


El héroe nació en la calle principal de la Villa de Santa Ana del Norte, Isla de Margarita, muy cerca de la Plaza Mayor. El mismo día del suceso, el cura de la parroquia en los libros correspondientes asienta:

«En veinte y seis días del mes de diciembre de mil setecientos ochenta y tres. Yo Francisco García de Mig. ,  Cura propio de esta Santa Iglesia de Nuestra Sra Santa Ana de esta Villa del Norte certifico que en ella bautize solemnemente, puse santo oleo y mirra a un párbulo que nació dicho día a quien puse por nombre Francisco Esteban, hijo natural de Maria Concepción Gómez. Fue su padrino Don Juan Campo a  quien advertí su obligación y parentesco. Y para que conste lo firmo Francisco García de Mig.  

Así quedó escrita en el registro la más real credencial de la vida de un hombre que se remontó a la inmortalidad y tuvo el más cabal concepto patriótico de sus deberes. Francisco Esteban Gómez crece en la apacible aldea como todos los muchachos de su época. Es cuando el matriarcado tiene una expresión más acentuada en la Isla, como ya varias veces lo hemos dicho. María Concepción, la madre, se empeña porque el hijo responda a sus esfuerzos y dirección enérgica. El origen humilde de ellos no es inconveniente para los mejores logros; no hay desigualdades cuando la conducta se ajusta a una formación digna. 

En la edad escolar sus primeras lecciones las recibe en la única escuelita particular de la localidad, regentada por la señora Ana de Mata, en la calle «Nuevo Mundo», esquina con el camino al cementerio, una mansión señorial donde se hizo la recepción al Libertador y fue celebrado el baile de gala en su honor el 6 de mayo de 1816. Asiste al catecismo semanalmente, los sacerdotes le toman cariño y forma parte del grupo de jóvenes escogidos para ayudar a los oficios religiosos. Ya Francisco Esteban Gómez es un honorable ciudadano. Estudioso, lee mucho a los clásicos. 

Es designado Mayordomo de Fábrica de la Parroquia, especie de Tesorero de la Iglesia, cargo que sólo era concedido a personas de reconocida solvencia y seriedad. Al recibirse el cargo se le entregaba al nombrado una llave de la bujeta, especie de caja fuerte de madera de roble destinada a guardar las pertenencias sagradas, dinero y otros objetos; otra al cura, y la tercera a la primera autoridad civil. Los tres tenían que reunirse para abrir el cofre en los casos necesarios. Hasta hace poco existió ese mueble. 

Aun cuando los que han reseñado los sucesos del 4 de Mayo de 1810 en Margarita, no mencionan a Francisco Esteban Gómez como uno de los participantes e impulsadores de ese movimiento para "seguir el ejemplo que Caracas dio", es evidente que si fue uno de los principales cabecillas; la confianza existente entre él y Juan Bautista Arismendi, Jefe de toda acción en la Isla era absoluta. Se manifiesta en la prueba de valor para destituir al Gobernador Puelles al partir desde la Villa del Norte con un contingente de efectividad manifiesta.

 Tomó parte en todos los movimientos de la Revolución. En 1813 en la Villa del Norte se subleva, arenga a las tropas contra el General Pascual Martínez. Con ellos toma La Asunción y ocupan la Sala Capitular. Policarpo de Mata fue uno de los personajes de influencia en la gesta independentista, de familia adinerada y distinguida. Su casa de habitación era una de las más confortables de la población, hoy Monumento Nacional, fue donde hospedó El Libertador a su llegada de la Expedición de Los Cayos de San Luis, Haití junto con otros oficiales.

 Gómez llega a emparentar con los Mata al contraer matrimonio con Petronila, hermana de aquel prócer y hasta construye una casa de habitación en lo que ocupaba la caballeriza, terreno adyacente y propiedad de la familia de la esposa. Todavía existe este inmueble, con pocas modificaciones. He aquí la partida de matrimonio: 
« En esta parroquia de la Villa del Norte de Señora Santa Ana, a veintiuno de Diciembre de Mil Ochocientos diez años. Yo Pedro Manuel Romero, Presbítero su cura propietario presencié el matrimonio que por palabras de presente contrajeron In faciae eclesiae, Francisco Esteban Gómez hijo natural de María Concepción Gómez y Petronila hija legítima de Manuel Isidro de Mata y de María Dolores Romero, todos feligreses mios, en atención a no haber resultado impdimento alguno de las tres proclamas que en tres días festivos se corrieron en esta Iglesia de mi cargo, y haber precedido las licencias  correspondientes con arreglo a lo dispuesto en la Real orden declaratoria de la novísima Real Pragmática de matrimonios y por estar las velaciones cerradas no recibieron las bendiciones nupciales. Fueron testigos el Sacristán Francisco Colmenero, Joseph Antonio Natera, Francisco Romero y otros varios para que conste así lo certifico y firmo fecha ut supra. Pedro Manuel Romero» 

Petronila Mata ya está unida a Francisco Esteban Gómez, sufre las mayores persecuciones, es hecha prisionera en las playas de Moreno y llevada al Castillo San Carlos Borromeo en Pampatar, de allí a Cumaná, donde en el Castillo de esa ciudad da a luz un hijo que np puede amamantar, sólo se le suministraba por comida pescado salado y maíz y ve morir el fruto de sus entrañas, son once meses de sufrimiento y privaciones. Luego a las bóvedas de La Guaira. Bolívar en conocimiento de la triste situación de esta mártir escribe al General en Jefe Santiago Mariño para que proponga el canje por mujeres detenidas del bando español. Es la más grande heroína nativa de Margarita. 

Gómez también está detenido, se le ha escoltado con veinticinco soldados a un calabozo, se le señala como amigo íntimo de Arismendi, de secundar sus planes. Se le confiscan los poco bien que posee, se le somete a las mayores privaciones y se le hacen los cargos más graves para justificar su prisión. 

El Libertador llega a Margarita desde Los Cayos de San Luis, Haití y el 6 de Mayo de 1816, en el Templo Parroquial se celebra la Junta de Notables. Nace la tercera República, se convoca a un Congreso que fue el de Angostura en el cual Bolívar resigna el mando como Jefe Supremo de la República y de sus Ejércitos que le otorgó esa memorable Asamblea de la Villa del Norte; en la que también se proclamó la libertad de los esclavos y se dió cese al Decreto de Guerra a muerte. Gómez es uno de los signatarios del Acta de la celebre reunión y recibió el grado efectivo de Coronel.

Francisco Esteban Gómez no tan sólo se ocupaba de dirigir las cuestiones de la guerra en los campos de batalla. Su pensamiento se eleva para dar a comprender al mundo lo justo de una causa. Dirige desde La Asunción el 23 de junio de 1817 su famoso Manifiesto a las Naciones grandes y generosas: 

"No permitáis que las falanges de nuestros asesinos acaben de consumar la obra de iniquidad y de exterminio que pretenden, ni que cubran de llanto y luto a los pacíficos moradores de Margarita sólo porque no quieren ser esclavos de la nación más barbara del globo. Conduélanse los hombres justos y filantrópicos de este siglo de luces y razón de un pequeño y pobre pueblo que ha sabido dar al mundo culto lecciones sublimes de civismo, en el concepto que se le dispensaran los auxilios que necesita para la defensa a que se prepara. .Jura a presencia de los cielos y la tierra que los ejemplos de la valerosa Grecia con todo el brillo con que se hizo admirable en el universo, poco excederán a los que prepara dar el pueblo margariteño, y no habrá sacrificios que no tribute a la justa libertad que en el siglo XIX ha proclamado al mundo" (Es un fragmento del largo documento)

Allí estaba la palabra encendida del hombre de ideas, del patriota, que sublimizará el heroísmo para pedir justicia. No era la desesperación sino la voz que se alzaba para hacer conocer las circunstancias terribles por las que atravesaba un pequeño conglomerado dispuesto al sacrificio a Morir o Vencer. Este Manifiesto de Francisco Esteban Gómez es todo un tratado que refleja la preocupación, fija una estrategia para hacerse oír por alcanzar un mundo de comprensión y paz. Es uno de los documentos escritos en nuestra guerra magna que tiene singular importancia al concretar propósitos firmes para una causa noble y para un pueblo con ansias de libertad.

Bien debiera hacerse conocer de nuestros centros de enseñanzas de instituciones culturales del Estado para que se aprecie la capacidad intelectual y guerrera de uno de los hombres que se elevó por sus propios méritos alcanzó prestigio y fama con su actuación en nuestro acontecer histórico. A Gómez como Jefe Militar y político de Margarita, ya que el General Arismendi se encontraba ausente de la Isla le corresponde enfrentarse a la invasión del General Morillo. Pone en práctica su estrategia y hasta por tres días se impide el desembarco de las tropas invasoras. 

El combate es fiero, pero la desigualdad numérica y falta de pertrechos obliga, previa conferencia del Estado Mayor Patriota, a la retirada ordenada a la línea de Caranay en el Valle de San Juan Bautista: no sin antes inflingir pérdidas considerables a los españoles. Y fue cuando por primera vez se oyó aquel grito heróico de VUELVAN CARAS!, frase que después tuvo vigencia estupenda en las QUESERAS DEL MEDIO en los labios del Centauro de los llanos, General José Antonio Páez, para cubrirse de gloria. 

Morillo intimida a los margariteños a rendirse incondicionalmente, amenaza con la desolación y el terror. Dirige los mayores insultos y desea quebrantar la dignidad de Jefes nativos. Gómez desde su Cuartel de Sabana Grande responde con la energía y decisión que le son características. Da una .contestación, elocuente documento que destaca altura de principios y valentía para enfrentar una situación de agravios e insolencias de Morillo.
 "Si. V. fuere vencedor se hará dueño de los escombros, de las cenizas y de los lúgubres vestigios que a su pesar quedarán de nuestra constancia y valor ... ''

Sublime resolución grabada para siempre en el corazón de los neoespartanos y que dejó en el ánimo del Jefe realista odio y resentimiento por no haber encontrado a un pueblo dispuesto a someterse a sus caprichos. Viene "Matasiete". Los margariteños al mando de Francisco Esteban Gómez dan testimonio de heroísmo. Y Matasiete es la Caranta, La Asunción, El Portachuelo de San Juan Bautista y El Maco: Pedregales, Juangriego. Sangre y fuego por todas partes. El guaiquerí Francisco Adrián cruza la bahía a nado para llegar al Fuerte e incorporarse a la lucha y defender ese bastión, aun cuando ya viene herido de los encuentros en Pedregales.   

Los insulares resisten, llevan la desventaja; pelean con todo lo posible al alcance y arrojan enormes piedras que al pegar hacen caer a los contrarios. De pronto, momento infernal, vuela el parque, cunde la desesperación y se abren paso hacia la laguna que se tiñe de sangre; allí los cuerpos inertes de degollina es implacable, no hay piedad Morillo cumple su palabra: «será ejemplar el escarmiento de esta Isla, que no quedará uno solo que no sufra el castigo» La lucha continúa, muchos rompen la línea contraria. 

El resultado es que el enemigo evacua precipitadamente la población de Juangriego, deja la desolación y ruina. Morillo queda sorprendido ante la tenacidad y coraje de sus adversarios. En su participación de guerra manifiesta: «Estos malvados, llenos de rabia y orgullo con su primera ventaja en la defensa, parecían cada uno de ellos un tigre, y se presentaban al fuego y las bayonetas con una animosidad que no hay ejemplo en las tropas del mundo. » 

Era el mejor elogio, sin quererlo que podía Morillo dar a los valerosos insulares en su inquebrantable empeño como defensores del terruño. El llamado Pacificador abandonó a la Isla el 17 de agosto de 1817, por el puerto de Pampatar y desde entonces quedó libre para siempre la Margarita Heroica. Ya Francisco Esteban Gómez ostenta sus presillas de General de Brigada, ganadas en magnífica lid. Llega el sosiego a los hogares y dirige con la emoción y el sentimiento una proclama a sus subalternos: 

"Soldados. Llegó el tiempo de que, llenos de triunfos y consideraciones os volváis al seno de vuestras familias a descansar de las tareas pasadas. Mucho os encargo el cuido de vuestras armas y que siempre que la Patria necesite de vuestros servicios, voléis en su auxilio. Tened presente y decid con orgullo que os encontrareis en la memorable acción del 31 de julio gloriaos siempre de pertenecer al ejército de Margarita que en el año de 1817 supo humillar la arrogancia y altivez de Morillo. Viva la Patria .. ! Viva la Libertad ... ! 

El Adalid de Matasiete no se queda en su Isla, va al continente a seguir prestando sus invalorables servicios. Llega hasta Nueva Granada con el General Mariano Montilla y someten a Santa Marta en 1821. En 1822 se le eleva a General de División y se le designa Gobernador de Coro. Está en Río Hacha y con un ejército bajo su mando atraviesa La Guajira hasta el río Socuy, a la Ciénaga. Es cuando acontece un hecho de suma importancia: su participación en el triunfo de la batalla del Lago de Maracaibo. José Tomás Morales, jefe realista, al ver peligrar sus intentos de mantener sus dominios en la zona se dispone enfrentar a Gómez, queda desguarnecida la Plaza de Maracaibo, no mide la maniobra que se le tiende. Gómez se impone y triunfa. Es cuando el Coronel ' Manuel Manrique toma la población Lacustre y viene como consecuencia de todo lo señalado en la Capitulación de Morales a lo que contribuyó decididamente la actuación admirable del prócer margariteño. 

Asistió como Diputado Principal, por su tierra nativa a la Convención de Ocaña en 1828; ya en 1821 había asistido al Congreso de Cúcuta con igual representación. Se le concede licencia para regresar a Margarita, pero Bolívar lo llama nuevamente al servicio activo y en 1830 es Comandante de Armas del Zulia año de la muerte del Libertador. En forma respetuosa se dirige a la superioridad para participar el triste deceso del Padre de la Patria, no como lo hizo el Gobernador Civil un tal Juan Antonio Gómez que llega a irrespetar la memoria del Grande Hombre lo que mereció general condenatoria. 

En 1834 el General Francisco Esteban Gómez figuró como candidato a la Presidencia de la República tuvo millares de partidarios para que alcanzara tan alta posición. En 1835 es Comandante de Armas de Cumaná cuando estalló la revolución de las Reformas. Es bien reconocida su actitud constitucionalista, pelea con vigor en la región y triunfa y obliga a los rebeldes a someterse al gobierno legal de la Nación que presidia el Dr. José María Vargas. 

En 1837 es Jefe de Operaciones en Oriente y más tarde en 1847 Comandante de Armas de Barcelona. Ya el viejo militar está cansado, mucho ha hecho por la Patria. Solicita licencia y se marcha a su Isla como Gobernador de la misma. Lleva la admiración y respeto de sus conciudadanos y va a compartir responsabilidades con sus conterráneos, a trabajar por reponer una Isla devastada y en donde la pobreza de sus habitantes ya los obliga al éxodo. Pero Francisco Esteban Gómez todavía guarda impulsos para la acción fecunda y llama al trabajo dignificador y al propósito generoso. No abandona su condición intelectual y hace observaciones valiosas a la Historia de Margarita escrita por el Licenciado Francisco Javier Yánez testigo fiel de los acontecimientos históricos de la región, trabajo que completa esa obra y le da mayor exactitud. 

Por las noches no faltaban frente al Templo Parroquial de La Asunción las amables tertulias, el General era el centro de aquellas reuniones en la plaza mayor. Los amigos lo rodeaban para oirle relatar episodios, momentos de peligros, de triunfos, de satisfacciones y sinsabores de su vida signada siempre por indiscutible honestidad. Sin bienes de fortuna, si algo tuvo fue ofrendado en aras de la Patria. Nació pobre y vivió siempre en la humildad. Pero contó con un gran tesoro para la dicha y  gloria. El alto honor que el Libertador le dispensara al designarlo entre los cinco generales que podrían sustituirle como Jefe de la República en caso de su muerte. Alto privilegio, reconocimiento de tan inmenso valor y significación para el insigne margariteño.

En uno de los salones del viejo Convento de San Francisco, en la Ciudad de La Asunción el 6 de agosto de 1853 da su último suspiro el Héroe de Matasiete, uno de los triunfadores de la Batalla del Lago de Maracaibo y de tantas acciones heroicas donde estuvo comprometido. Sus restos reposan en el Panteón Nacional como corresponde a quien lo dio todo por la Patria y su figura resalta colocada en el Salón Elíptico del Capitolio de la República, como Prócer destacado de la Independencia de Venezuela.