Cruz Carrillo
Por Antonio Rafael Deffitt Martinez
Nació en
Trujillo en 1786, hijo de Andrés Antonio Carrillo y de Josefa Gámez Terán. Los
sucesos de 1810 le ganaron para la causa de la Independencia, y en el propio año
corrió a alistarse como voluntario en las falanges de los primeros defensores
de la Patria, obteniendo el grado de Subteniente en diciembre del mismo año.
El
desastre de 1812 le hizo caer prisionero, y enviado a Maracaibo, fue puesto a
poco en libertad. En 1813, cuando Bolívar hacía su campaña admirable, se le unió
en Trujillo, y a las órdenes de Girardot estuvo en la acción de Carache. A las
del Libertador y otros Jefes, en
diferentes combates, algunos tan importantes como el de los Taguanes. El 1 º de
diciembre de 1813 ascendió a Capitán. Con Urdaneta hizo la retirada de 1814, y
asistió al encuentro desgraciado de Mucuchies y a la toma de Bogotá.
En 1815 estuvo en la acción de Chire, a las órdenes
de Ricaurte. Acompañó a Páez en las campañas de Apure, y combatió en Mota de
Cruz Carrillo la Miel, El Yagua! y Achaguas. En 1817, con grado de Teniente Coronel,
mandó una División en Mucuritas y estuvo en el sitio de San Fernando. En 1818
sirvió con el Libertador en la campaña de Los Llanos, y figuró en la sorpresa
de Calabozo, en El Sombrero, en las derrotas de Ortiz y de Cojedes y en la toma
de San Fernando.
Con el mando del batallón "Rifles" hizo la
campaña de Boyacá, que dio libertad a la Nueva Granada, méritos por los que obtuvo
el grado de Coronel. Luego fue destinado con una columna a libertar la provincia
del Socorro, con el carácter de Gobernador político y militar de la misma. Combatió
en el Alto de las Cruces a las órdenes de Soublette, pasando luego a mandar la
División del Norte, estacionada en Pamplona. En 1820 sirvió la gobernación de
Trujillo, y organizó una División con la cual se incorporó, después de roto el armisticio,
al ejército libertador en San Carlos. Con dicha División fue destinado a San
Felipe con el objeto de llamar la atención del enemigo, y fue tan feliz en sus
operaciones, que impidió al Coronel español Tello concurrir con su columna a Carabobo,
y obligó al Mariscal Latorre a separar otras fuerzas en auxilio de éste.
Luego, Carrillo se encontró en los combates
parciales que tuvieron lugar al occidente de Caracas y que dieron libertad a
esas comarcas. En 1822 volvió a la gobernación de Trujillo, y en 1 823 se halló
en diversos encuentros a las órdenes del General Clemente. Marchó luego a la provincia
de Mérida y combatió en
el Puente del Chama, Bailadores y Alto de Marino. E n 1824 desempeño la Gobernación política y militar de Barinas, a
general satisfacción de los habitantes de la provincia. En 1 826 fue ascendido por
el Libertador a General de Brigada, y distinguido con el mando de una División que
debía concurrir a la pacificación de Venezuela.
En 1830
fue Diputado en el Congreso Admirable, último de la Gran Colombia. Y en 1831 el
General Urdaneta le destinó para mantener la unidad de la República en la línea
del Táchira. Ascendido a General de División, devolvió el despacho, negándose a
aceptar el grado, porque, según él, en las guerras civiles no se conquistaban
glorias ni se ganaban ascensos. Disuelta Colombia y muerto el Libertador,
Carrillo permaneció en la línea hasta 1832, año en que se retiró a la vida privada,
dedicándose a la educación de su familia y al cultivo de su campo con ejemplar
contracción.
En 1841
volvió a la gobernación de la provincia de Trujillo, puesto que sirvió hasta 1
845 con general aplauso. En este último año, durante la presidencia de
Soublette, ejerció el cargo de Consejero de Gobierno. En 1 846, el Poder
Ejecutivo Nacional le nombró Jefe de operaciones de Barinas. Motivaba esta
medida la necesidad de mantener el orden
y la tranquilidad pública de aquella provincia, seriamente amenazados con motivo
de las elecciones para Presidente de la República, que ya se aproximaban. El
comportamiento de Carrillo fue mesurado y digno.
Los
sucesos del 24 de enero de 1818 le pusieron del lado del Congreso irrespetado
por el Presidente de la República General José Tadeo Monagas, Hombre de patriotismo acrisolado y de severa moral republicana, creyó
perdida la legalidad del Presidente, y con el General Páez tomó partido entre los
que combatían a aquél. Las provincias de Mérida y Trujillo le nombraron Jefe de
operaciones, y con este. carácter se puso en acción y marchó hacia la primera,
para preparar la defensa de ambas, contando, por supuesto, con que la República
toda , escandalizada por el hecho del 24, condenaría al Presidente. No protestaron
los pueblos contra el atentado, y Carrillo y sus compañeros, viendo que todo
era inútil, depusieron sus armas y se alejaron de la lucha. Pero no les perdonó
el Gobierno su actitud, y Cruz Carrillo fue hecho prisionero y conducido a la
cárcel de Valencia. Las vejaciones y sufrimientos por los que hubo de pasar le privaron
de la vista. Puesto en libertad regresó al hogar, y allí, en el seno de los suyos,
fue centro de la juventud trujillana, que veía en él un símbolo del patriotismo,
de la equidad y del valor heroico de los libertadores.
Durante
sus administraciones fomentó la agricultura y la cría, creó escuelas, organizó
hospitales y construyó caminos, puentes y calzadas. Fue el más celoso guardián
de las garantías de sus conciudadanos, el más sumiso esclavo de la ley, el
enemigo más tenaz de toda tiranía. Murió el 17 de junio de 1865. Había casado
con Josefa Avila, nativa de Nutrias. Procrearon varios hijos, con los que
tuvieron numerosa descendencia.
"Próceres trujillanos" y "Diccionario biográfico de Ilustres Próceres", por el Dr. Vicente Dávila.
"Biografías de hombres notables de Hispanoamerica", por D. Ramón Azpúrua.
Diversas obras de historia de Venezuela.
